Una de las ventajas del teletrabajo es ahorrarse el tiempo en desplazamientos al puesto de trabajo y hasta donde sabemos ese tiempo sale del descanso del trabajador, porque su jornada laboral debe cumplirla completa independientemente de donde viva.
Me llama mucho la atención un artículo publicado en Colombia titulado Empresas Paisas apuestan por el teletrabajo En este se habla de que un trabajador de Bogotá o Medellín pasa dos horas al día en el coche, por lo que al año podrían ahorrar 22 días –y aquí viene lo curioso-, que podrían aprovechar para mejorar la productividad si las dedican al trabajo.
Uno de los graves inconvenientes del teletrabajo –y lo saben bien quienes trabajan desde su casa-, es que los horarios de trabajo se alargan mucho, porque estás en casa y parece que no estás trabajando.
El gran logro del teletrabajo es que permite conciliar la vida familiar y laboral, pero eso se cumple siempre que las exigencias del trabajo te dejen algo de tiempo para tu vida.
He conocido gente que ha preferido abandonar la comodidad del trabajo en casa y volver a la oficina, porque al menos allí sabían a qué hora empezaban y a qué hora terminaban. Ocurre especialmente en el caso de las mujeres, a quienes normalmente quien más presiona es la propia familia, que viéndola todo el día en casa no respetan su parcela laboral. Es difícil que unos niños entiendan que a ciertas horas no pueden molestar a mamá.
«El 62% de las empresas que aplican el teletrabajo han mejorado su productividad, y la calidad de vida de sus colaboradores. Además aplica para empresas de cualquier tamaño». Esta sí es una gran verdad, aunque hay que aclarar que la productividad sube porque el trabajador está más tranquilo y motivado, pero para eso hace falta que se cumpla una regla de oro, solo debe teletrabajar quien esté convencido de ello y lo pida voluntariamente, y aun así, siempre hay que dejar un tiempo de adaptación de seis meses, porque es ese tiempo, un porcentaje de personas que tenían mucha gana de teletrabajar van a decidir volver a los atascos y la oficina. No todo el mundo es capaz de convivir con la soledad y sobre todo, de motivarse para trabajar.
En definitiva, bienvenidas todas las iniciativas que apuestan por el teletrabajo, pero fundamentalmente porque dan una señal de confianza en la responsabilidad de los trabajadores, y una apuesta por el trabajo por objetivos.