Seguro que a más de uno es lo que le apetece responder en las ansiadas entrevistas de trabajo, ya que parece que la mejor especialización que puede adquirir un trabajador es el manejo de las bolsas de empleo e Internet en general.
Desde el punto de vista del empresario la incorporación de las tecnologías ha supuesto unas enormes ventajas a la hora de buscar trabajadores. Frente a la desesperación que suponía esperar las propuestas del difunto INEM, ahora solo hay que acceder a cualquier página de empleo y por un módico precio, o incluso gratis, se le permite filtrar por todos los criterios habidos y por haber hasta dar con el perfil que busca.
Nosotros mismos somos conscientes de los requerimientos añadidos para los trabajadores y hemos puesto en marcha la creación de unas guías informáticas para ayudar a manejar, aunque sea de forma básica, el alfabeto informático.
Pero lo que queremos comentar hoy, al hilo de estas posibilidades para los que buscan trabajadores, es la enorme importancia que están adquiriendo las redes sociales, y no precisamente como herramienta de búsqueda de empleo, sino como filtro de ideologías y comportamientos.
Hasta ahora, que sepamos, no existía una base de datos de trabajadores problemáticos y contestatarios, sin embargo, solo tienes que darte una vuelta por el Facebook o el Twitter de una persona para descubrir su ideas políticas y las de sus amigos. Su comportamiento en el ámbito personal, sus quejas sobre compañeros, y en definitiva, todo lo que antes era inaccesible en el ámbito laboral, o requería de la intervención de un detective.
A lo anterior podemos unir el histórico que vamos dejando en navegadores y GPS. A todos los que tenéis un teléfono con GPS os recomiendo echar un vistazo a vuestro historial de ubicaciones en Google. Por supuesto, se supone que solo Google puede disponer de esos datos, aparte de vosotros, pero claro, no sé si eso es una garantía.
No queremos infundir miedo al uso de las nuevas tecnologías, en absoluto, creemos que son imprescindibles, pero sí es conveniente que conozcáis que TODO lo que hacéis con un ordenador, independientemente de su tamaño o potencia, queda registrado. Eso incluye el aparatito que conecta vuestra tele a Internet.
Esto es como lo de las cámaras en la calle, cuando sabes que están simplemente te comportas sabiendo que te pueden grabar, pues es lo mismo pero pensando que alguien que puede seleccionarte para un trabajo puede opinar que tu afición a un club de futbol puede crear controversia en la oficina, donde todos son del eterno rival. Sí, a mí también me pareció increíble. Hasta que comprobé que ocurrió de verdad.